Arquitecto y Arquitectura
El título del artículo parece de Perogrullo, ¿verdad? Sin embargo,
algo que parece tan obvio como que el Arquitecto es el que hace la
Arquitectura, parece estar hoy en día en entredicho.
Hace un par de años escuché una conferencia de Alejandro Zaera en
la que declaraba su preocupación por el futuro de la Arquitectura. ¿Qué
Arquitecto no lo está? Él sostenía en dicha conferencia que la infinita especialización
de todo lo que la Arquitectura engloba, estaba llevando a los Arquitectos en
convertirse en meros proyectistas de fachadas, de cascarones. En aquel momento
yo me decía que eso era un poco exagerado, el tiempo me ha enseñado que no lo
era.
En primera persona estoy viviendo la experiencia de hacer un
proyecto de gran envergadura para un promotor privado. En él, todas las áreas
del proyecto están absolutamente especializadas. El equipo cuenta con:
- Ingeniería de estructuras
- Ingeniería de instalaciones
- Ingeniería de incendios
- Ingeniería acústica
- Ingeniería de iluminación
- Paisajista
- Consultor de accesibilidad
- Economista de la construcción
- Diseñador de interiores
- Especialista en infografías
- Maquetista
Al contrario de lo que pueda parecer la figura del Arquitecto es
primordial y esto convierte el proyecto en algo fascinante y un desafío. Las
reuniones semanales de equipo de diseño cuentan con una media de 10-12 personas.
Este número podría ser normal y pequeño en una reunión de obra, pero en no en
una reunión de diseño.
Hasta ahora se entendía que el diseño era un área exclusiva del
Arquitecto y de nadie más, ni siquiera del cliente. Esto está cambiando. El diseño
se realiza en conjunto con especialistas que saben por lo general mucho más
que tú y el cliente atiende a todas las reuniones. Nada se puede esconder. Esto
obliga a estar muy bien formado e informado, no valen medias tintas. El rol del
Arquitecto se convierte en algo que va más allá del diseño, se convierte en un
gestor de equipo, en un Project Manager.
Prácticamente todos los que hemos estudiado Arquitectura lo hemos
hecho porque estábamos interesados en el diseño. No creo que este concepto se
haya perdido hoy en día, pero si es verdad que la carga más grande de diseño se
va concentrando cada vez más en los primeros meses de trabajo del proyecto. Los
tiempos son cada vez más cortos y los clientes demandan más velocidad entre la
fase de creación y el proyecto final de ejecución, exigiendo una precisión
absoluta sin ningún tipo de errores. El tiempo es dinero. Es por esta razón que
todas las diferentes áreas que un proyecto engloba se especializan hasta tal
punto que el Arquitecto se convierte en un coordinador de equipo.
A mí esta situación me recuerda al rol de un director de cine. De
esto ya he hablado en un post anterior, "Cine y Arquitectura", que
invito a revisitar. El director tiene el conocimiento suficiente para poder
coordinador al resto de especialistas (técnicos de sonido, técnicos de
fotografía, etc...), sin embargo es la persona que tiene más responsabilidad,
ya que tiene la visión global del proyecto y su deber es que todo el equipo
reme en la misma dirección. Nadie va a ver una película por su director de
sonido o fotografía, la mayoría lo hace por los actores (¿materiales?) o por el
director de la película (Arquitecto).
A pesar de lo que se pueda pensar, creo que nunca el Arquitecto ha
tenido tanta responsabilidad y ha tenido que estar tan preparado técnicamente
como hoy en día.
Con el panorama laboral actual, muchos son los que deciden cursar
un máster al licenciarse o al estar "entre dos trabajos". Muchos
tienden a realizar un máster de diseño, urbanismo o interiorismo. Desde mi
experiencia, yo recomendaría que se sopesara hacer un buen máster en Project Managment o un MBA.
Lo cierto es que la capacidad creativa de diseñar se tiene o no se
tiene. Es como intentar convencer sobre la existencia de Jesús, o se cree en Él
o no se cree; pero abrir un debate en torno a su existencia es absolutamente
inútil.
La escuela ya da suficientes herramientas para que podamos
desarrollar nuestra faceta creativa, sin embargo, no estamos en absoluto
preparados para la gestión de empresas, ni de personas, siendo el agua y pan de
la profesión de Arquitecto hoy. Y es más, por muy buen diseñador y creador de
espacios que se sea, si no se sabe gestionar equipos, lo más seguro es que el
diseño o bien nunca llegue a construirse, o si se hace, no se parezca en nada a
lo que se tenía pensado.
"La inteligencia es la habilidad de adaptarse a los
cambios." Stephen Hawking
Además de un MBA, yo añadiría estudios en psicología. Sobre todo si se trata de un proyecto más pequeño en el que tienes que estar muy en contacto con el promotor (lo que hace super enriquecedora esta profesión, al menos en mi opinión). Interesante post Carlos!
ResponderEliminarHola Carlos,
ResponderEliminarMuy oportuno el post, en mi opinión, debemos pensar en qué podemos desarrollar nuestras habilidades los arquitectos, cómo podemos desarrollar nuestra profesión y formación y en qué deberíamos reforzarnos, y según yo lo veo la mayor carencia la tenemos, al terminar la carrera en gestión empresarial.
Si nuestra formación diese la importancia que merece a este aspecto quizá la arquitectura no estaría tal como está ahora en general.
Un saludo
Excelente artículo y si, ser Arquitecto ya no es como antes... Aunque claro, con el esfuerzo, conocimiento y experiencia todo mejora y lo demás deja importar.
ResponderEliminarSaludos